Con la creciente población hispana/latina en los Estados Unidos también hay una creciente necesidad de intérpretes médicos en los lugares médicos en los Estados Unidos. En orden para mejorar las experiencias y atención médica de los pacientes latinos es bastante importante incorporar más intérpretes médicos profesionales e igual promover la educación para tener más intérpretes médicos. Como he expresado en mis publicaciones anteriores hay problemas que surgieran cuando no tenemos intérpretes médicos presentes durante las visitas médicas, que pueden incluir atención inadecuada o efectos en el tratamiento de los pacientes latinos. Igual esto se deriva del hecho de que hay bastantes disparidades en cuantos intérpretes médicos tenemos disponibles en lugares médicos, como hable en mi publicación pasada. Todo esto se entrelaza y causa una secuencia de problemas, empezando con la falta de intérpretes médicos que luego causan efectos en la atención médica y luego causa problemas de la salud general de los latinos. Por eso es que es importante incorporar más intérpretes médicos en instalaciones médicas e igual tener más recursos educativos para no nomas alentar a los estudiantes pero también tener estos recursos más accesibles y alcanzables para ellos.

Una de las razones principales por la cual es difícil certificar a los estudiantes médicos en interpretación médica e igual a gente que no son estudiantes es por que no tenemos programas estándar implementados en las escuelas o otras instalaciones educativas. Encima de eso no tenemos recomendaciones en cómo estructurar un currículo para ellos y cómo evaluar el rendimiento y competencia lingüística de esos interesados en ser intérpretes médicos. Además existen muchas barreras que previenen la implementación de programas o certificaciones para intérpretes médicos, “Varios programas de español médico han sido reportados en la literatura, pero pocos cumplen con los criterios de mejores prácticas, incluyendo un método confiable de evaluación y evaluación del programa individual y general (Ortega et al.). Muchas escuelas o programas tienen su propio currículo pero como vemos no cumple con los estándares y no son los más confiables.

Actualmente tenemos dos organizaciones implementadas para certificar intérpretes médicos: la Comisión de certificación para intérpretes de salud (CCIS) y la la Asociación Internacional de Intérpretes Médicos (AIIM). Estas dos organizaciones evalúan el dominio del idioma igual se enfocan en la terminología de la atención médica, la conciencia cultural, la interpretación, y los exámenes escritos y orales (VanderWielen et al.). A pesar de que tenemos estas dos organizaciones establecidas no son nacionalizadas e incorporadas en los currículos de todos los programas en todos los estados de los Estados Unidos. Todavía todo se deja a la decisión del estado y como vemos ellos crean su propio plan de estudio, que es por eso que estresamos la importancia de tener un plan nacionalizado para asegurar que todos los intérpretes médicos están aprendiendo las mismas cosas y están calificados al mismo nivel.

En conclusión podemos ver que si hay soluciones para poder mejorar el proceso de certificación de los intérpretes médicos. La principal es estandarizar un programa de certificación nacional para mejorar la calidad de la educación de esos queriendo ser interpretes médicos. Igual estos cambios no vienen de un día al otro pero con tiempo podemos esperar que este problema, que afecta a una gran mayoría de personas en los Estados Unidos, venga pronto. 

Fuentes: 

Ortega, Pilar et al. “Medical Spanish Standardization in U.S. Medical Schools: Consensus Statement From a Multidisciplinary Expert Panel.” Academic medicine : journal of the Association of American Medical Colleges vol. 95,1 (2020): 22-31. doi:10.1097/ACM.0000000000002917

VanderWielen, Lynn M et al. “Medical interpreters: improvements to address access, equity, and quality of care for limited-English-proficient patients.” Academic medicine : journal of the Association of American Medical Colleges vol. 89,10 (2014): 1324-7. doi:10.1097/ACM.0000000000000296